El nombre propio escrito permite una ampliación de la propia identidad. Ser “uno mismo” también por escrito ayuda a establecer un primer vínculo positivo con la escritura que así deja de ser cosa “de los otros”, “de los grandes”. También me concierne. Tanta es la carga afectiva de esa escritura que no es extraño ver a niños que abrazan, acarician o incluso besan esa escritura diciendo “Esa soy yo”.
EMILIA FERREIRO.
El objetivo principal de
trabajar el nombre propio es la
iniciación en la lectura y escritura
a través de un texto significativo.
"EL SIGNIFICADO DEL NOMBRE"- EMILIA FERREIRO