Rincón Monstruoso
Acá, con ayuda de un adulto, vamos a leer un poema de monstruos monstruosos, vamos a imaginarnos y dibujar monstruos y monstruitos y vamos a sorprender a nuestros familiares y amigos contando nuestra propia historia de monstruos.
¡Compartamos un poema monstruoso! Vemos el video o le pedimos a un adulto que nos lea.
Para ser un monstruo… ¡monstruoso!
No se ha de ser…
Ni bonito, ni hermoso.
Uno puede ser grande y a lunares
o pequeño con colmillos.
Tener tres verrugas
o pelillos en los oídos.
Para ser un monstruo… ¡monstruoso!
es mejor ser diferente
y sonreír y enseñar los dientes.
O ser vergonzoso.
La verdad es que da igual…
Si eres bonito y hermoso,
mientras seas original,
¡serás monstruoso!
Estrella Montenegro (Educapeques.com, 2018)
¿Les gustó esta poesía? Conversen con alguien de su familia y cuéntenle:
¿Qué parte les gustó más?
¿Qué imaginaron mientras escuchaban el poema?
¿Cómo son estos monstruos?
¿Hacen cosas graciosas?
¿En dónde viven?
¿Cómo es su voz?
¿Se enojan?
¿Qué sonidos hacen?
Hay historias de monstruos que asustan y otras que hacen reír. Hay monstruos muy grandes y otros pequeñitos, algunos aparecen y desaparecen como por arte de magia. Algunos viven en el ropero, otros se esconden de día porque nos tienen miedo a los humanos. Algunos viven en nuestra imaginación y esperan a que los invitemos a pasear en bici, a jugar a la pelota o a contarnos su propia historia.
¿Qué les parece si creamos nuestros propios monstruos?
Confeccionar caretas de monstruos con bandejas de telgopor o cartón
Ofrecer telas, ropas, orejas, narices de cotillón, pelucas y jugar a asustar.
Jugar a disfrazarnos de monstruos y le mandamos fotos a la seño...
Inventar un cuento sobre monstruos . Escribirlo con la ayuda de algún adulto en una hoja. Y si tienen ganas pueden grabar un video o audio con la historia que crearon los chicos y compartirlo en el grupo.
En una hoja los papás deberán escribir sus experiencias personales: ¿qué los asustaba cuando eran pequeños? ¿Qué hacían?. Dialogar de esto con los niños y que ellos también les cuenten sus miedos.