Navegar sin temor
en el mar es lo mejor,
no hay razón de ponerse a temblar.
Y si viene negra tempestad,
reír y remar y cantar.
Navegar sin temor
en el mar es lo mejor.
Y si el cielo está muy azul,
el barquito va contento por los mares lejanos del sur.
Te proponemos que vayas a buscar, otra vez, alguna palangana, balde o recipiente grande. Pedí ayuda al adulto que te acompaña para llenar con agua el recipiente hasta la mitad.
En este momento, vas a necesitar otros objetos que floten en el agua . Pueden ser tapitas, bandejas de telgopor, tapas plásticas de bowls , envases plásticos, corchos, cajas de leche vacías, tela, palitos, etc.
Una vez que hayas buscado los objetos que flotan en el agua, comenzá a ponerlos dentro del recipiente que llenaste con agua. ¿Qué está pasando ahora?
Para seguir jugando y explorando, te proponemos que, con los materiales que encontraste que flotan,
¿Qué te parece?, ¿lo querés intentar?
Te proponemos que, con los materiales que flotan, puedas construir barcos que naveguen por el agua. Para ello, podés pintar y agregarle otros objetos a los materiales que conseguiste para la actividad anterior. Pedí ayuda al adulto que te acompaña para poder armar tus barcos.
Una vez listos los barcos...
Conversen, en familia, qué pasa con esos materiales que eligieron. ¿Se desarman?, ¿cambian de forma al mojarse?, ¿se hunden?, ¿otros flotan?
Prueben hundir los materiales hasta el fondo del recipiente y, después, soltarlos. ¿Vuelven o se quedan en el fondo?, ¿cómo son los que se mantienen a flote?, ¿pequeños?, ¿grandes?, ¿de qué están hechos?
¿Se te ocurre algún lugar en especial para recorrer con tu barco? Imaginá una historia en la que navegues con tu barco. Pedí ayuda al adulto que te acompaña para escribir esta historia.
También podés grabarla en un audio o un video con el celular y enviarla a tu seño.