En el Bautismo nos dieron un nombre y ese nombre lo pronuncia hoy Jesús y nos dice:
Ven, ven conmigo. Hoy Jesús nos llama por nuestro nombre. Él nos conoce y pronuncia nuestro nombre y nos dice: Ven, ven a trabajar en mi reino. Ven a darme una mano para poner paz en el mundo, para sembrar perdón y alegría, para dar amor, mucho amor. El quiere más, quiere que colabores con tu esfuerzo en repartir alegría y amor, que compartas en tu familia y a tu alrededor la alegría de ser cristianos, que vivamos unidos porque todos somos llamados a formar este Reino.