ACTIVIDAD 3

¡VAMOS A

navegar!

Navegar sin temor

en el mar es lo mejor,

no hay razón de ponerse a temblar.

Y si viene negra tempestad,

reír y remar y cantar.

Navegar sin temor

en el mar es lo mejor.

Y si el cielo está muy azul,

el barquito va contento por los mares lejanos del sur.


(Fragmento de la canción un barquito de cáscara de nuez ).

Te proponemos que vayas a buscar, otra vez, alguna palangana, balde o recipiente grande. Pedí ayuda al adulto que te acompaña para llenar con agua el recipiente hasta la mitad.

En este momento, vas a necesitar otros objetos que floten en el agua . Pueden ser tapitas, bandejas de telgopor, tapas plásticas de bowls , envases plásticos, corchos, cajas de leche vacías, tela, palitos, etc.

Una vez que hayas buscado los objetos que flotan en el agua, comenzá a ponerlos dentro del recipiente que llenaste con agua. ¿Qué está pasando ahora?

Para seguir jugando y explorando, te proponemos que, con los materiales que encontraste que flotan,

construyas un barco que

navegue en esas aguas

¿Qué te parece?, ¿lo querés intentar?

¿Sabés la forma que tiene un barco?, ¿alguna vez viste uno?

¡Hay barcos de distintas formas, tamaños y colores!

Te proponemos que, con los materiales que flotan, puedas construir barcos que naveguen por el agua. Para ello, podés pintar y agregarle otros objetos a los materiales que conseguiste para la actividad anterior. Pedí ayuda al adulto que te acompaña para poder armar tus barcos.

Aquí van algunas ideas...

Una vez listos los barcos...

¡a navegar!

Y mientras navegas con tu barco podes escuchar estos sonidos...

Podés sacar fotos de tus barcos para compartir con tus compañeros, cuando la seño se los pida.

Cuando regresemos al jardín, llevaremos los barcos que construimos.

Pistas para hacer esta actividad

Conversen, en familia, qué pasa con esos materiales que eligieron. ¿Se desarman?, ¿cambian de forma al mojarse?, ¿se hunden?, ¿otros flotan?

Prueben hundir los materiales hasta el fondo del recipiente y, después, soltarlos. ¿Vuelven o se quedan en el fondo?, ¿cómo son los que se mantienen a flote?, ¿pequeños?, ¿grandes?, ¿de qué están hechos?

¿Se te ocurre algún lugar en especial para recorrer con tu barco? Imaginá una historia en la que navegues con tu barco. Pedí ayuda al adulto que te acompaña para escribir esta historia.

También podés grabarla en un audio o un video con el celular y enviarla a tu seño.